Hoy la newsletter viene con sorpresa.
Esta vez no corre de mi cuenta. Tenemos invitado en El mapa del cambio.
Hoy le cedo los mandos a Juan, la persona que está detrás de
De asturianos va la cosa.
Os dejo con él.
Lo primero que quiero hacer es darle las gracias a Ainhoa por abrirme las puertas de su casa digital por un rato.
A la vista está que le dedica tiempo y lo tiene todo muy cuidado, así que es un honor.
Dicho esto, podemos empezar.
Creo firmemente que la vida puede ser como una mañana de resaca mala o como un sábado tranquilo en familia o con amigos.
Y subo la apuesta afirmando que escoger la resaca o el sábado de paz es cosa tuya. Tú mandas.
Mi nombre es Juan, soy un asturiano joven, muy curioso y con una forma de pensar bastante analítica (fruto de mi carrera como ingeniero).
Estos dos últimos ingredientes me están llevando por un camino de aprendizaje
en el que trato de entenderlo todo.
Partiendo de una premisa clara:
La calidad de tus decisiones depende exclusivamente de la información de la que dispongas en el momento de tomarlas.
Si entiendes las piezas por separado, solo entonces podrás encajarlas y usarlas a tu favor.
Hablando un poco más de mí, empecé a escribir hace un par de años y, poco después, descubrí el mundo de las newsletters.
Empecé por el simple hecho de dejar constancia de lo que pasaba por mi cabeza. Decidí empezar a publicarlo porque comprobé en mis propias carnes el beneficio brutal de entender cómo funcionan las cosas.
Reflexiones e ideas (herramientas) que no es que sean mías, yo no sé nada de nada, pero pasan por mi cabeza desde otras fuentes y creo que todo el mundo debería conocerlas.
Así de simple.
Recuperando la introducción, lo que busco en último término es coleccionar las mejores herramientas para que mi vida sea esa tarde de sábado.
No te quiero marear mucho, pero si no te dedicas a llenar tu caja de herramientas, estás perdido.
Es como construir una casa con una cuchara y un tenedor. No es que no sepas construir o que sea muy difícil en general. Es que amasar cemento con una cuchara... es jugar en dificultad extrema.
Ya sabes por dónde voy.
Hablo de todo tipo de herramientas: desde conocimiento financiero, psicología, fiscalidad... hasta filosofía o salud.
Tú dirás: ‘‘¡Para, para! Son muchas cosas, el scope es demasiado amplio’’.
El refranero español diría: ‘El que mucho abarca, poco aprieta’.
Y te doy la razón, es imposible entrar en profundidad en tantas cosas.
Lo bueno es que no hace falta.
La ley de Pareto aplica muy bien en este caso:
El 80 % de los resultados se pueden obtener con el 20 % del esfuerzo.
El simple beneficio de manejar ciertas ideas y conceptos de muchas áreas de conocimiento, aunque sea superficialmente, te permite realizar conexiones brutales.
Mucho potencial aquí.
Esta cuestión choca frontalmente con la sobreespecialización hacia la que nos empuja el mercado laboral. Que ojo, es necesaria y no está mal.
Pero cuidado con ser sabio en tu centímetro cuadrado y completamente ignorante en el resto del mundo.
Te estarías perdiendo demasiado.
Por otro lado, otra cosa que quiero que tengas clara:
La inteligencia es derivativa.
Los conceptos simples se utilizan para asimilar conceptos más complejos. Que, a su vez, se utilizan para asimilar otros aún más complejos. Cuantos más conceptos, ideas y herramientas tengas, más complejidad podrás manejar.
Bien.
Además, las habilidades funcionan de una manera similar. Se combinan entre sí formando sinergias. Con un ejemplo lo entiendes fácil:
Imagina un pintor que pinta muy bien, pero que solo sabe pintar.
No tiene mucho recorrido en general.
Ahora imagínate a un tío que es muy bueno vendiendo, pero que no hace mucho más. Puede ganarse la vida vendiendo cosas de otros, lo cual está bien, pero siempre va a depender de terceros.
Si fusionamos a estos dos individuos, vamos a tener un pintor que se vende muy bien. Si realmente pinta tan bien y se vende como Dios manda, nunca le va a faltar de nada. Lo más probable es que se haga famoso y millonario a la larga.
Las habilidades por separado están bien, pero al combinarlas, el potencial crece de forma exponencial.
Si te estás preguntando por dónde empezar, yo pensaría en qué habilidades tienes y qué otras habilidades podrían complementarlas.
Piensa sin límites y en el largo plazo.
Pueden ser cosas muy concretas, como cocinar croquetas, o cosas más generales, como finanzas, oratoria, edición de vídeo...Si la habilidad con la que das es muy amplia, puedes dividirla en otras más pequeñas y abordables.
También le puedes preguntar a ChatGPT y te lo va a dar hecho.
Y fin.
Esto es todo lo que traigo esta vez.
Está todo un poco inconexo. Son los motivos que justifican esa persecución de las mejores herramientas para mi caja.
Es la manera de jugar en modo fácil. Con capacidad para manejar y resolver cualquier problema o situación.
Por eso resueno con el contenido de Ainhoa: son herramientas prácticas.
Si quieres conocer las mías, todos los viernes escribo sobre ello.
Me encuentras aquí:
Y dicho esto, le devuelvo los mandos a Ainhoa.
Te agradezco el rato de atención y ha sido un placer haber pasado por aquí.
"La calidad de las decisiones que tomamos depende de la calidad de la información con la que contamos."
Daniel Kahneman
Lo dejamos aquí por hoy.
Nos leemos el próximo domingo.
Ainhoa.
¿Te ha gustado?
Comparte con alguien a quien le pueda ayudar
Y también puedes dejar un comentario con tu reflexión, preguntas o sugerencias
A sido un placer pasarme a escribir por aquí. De nuevo, muchas gracias a Ainhoa y espero que mi texto os sea de alguna utilidad, que al final es lo importante.
Saludos!
Que importante es conocer las virtudes de cada uno para potenciarlas y mejorar alguna otra no tan buena para completarla. Muchas veces conocemos más lo que no sabemos hacer que lo que si sabemos hacer. Ese es el punto en el que hay que trabajar, el proceso de autoconocimiento . Gracias por tu artículo. Un saludo.